ZENITH
ACADEMY CHRISTOPHE COLOMB HURRICANE GRAND VOYAGE
Este año, la Manufactura Zenith rinde un nuevo homenaje al célebre navegante Cristóbal Colón con este modelo heredero de los cronómetros marinos. El reloj cuenta con una lujosa decoración que remite a los oficios artísticos más nobles, como el esmalte, el grabado o la micropintura. De este modo, la Manufactura demuestra su perfecto dominio de las técnicas relojeras históricas que desde hace casi 150 años embellecen las creaciones de Zenith. Esta pieza excepcional, limitada a 10 ejemplares enteramente acabados a mano, está equipada con un sistema patentado de gravity control y un mecanismo de transmisión huso-cadena.
Zenith vuelve a hacer las delicias de los coleccionistas y los amantes de los modelos especiales con la presentación del Academy Christophe Colomb Hurricane Grand Voyage, una edición limitada que se distingue del resto de la línea por su magnífica decoración. La creación de este modelo supuso un reto no solo para los artesanos, sino también para los relojeros y los ingenieros que tuvieron que rediseñar el movimiento, yendo en ocasiones hasta los límites de lo posible, para incluir estas decoraciones en la misma caja de oro rosa de 45 mm de diámetro y debajo del mismo cristal de zafiro abombado, sin renunciar a un ápice de precisión y fiabilidad. Se trata de una bella muestra de la audacia creativa de Zenith y de su capacidad para combinar una mecánica de ensueño con decoraciones excepcionales procedentes de los oficios artísticos más prestigiosos.
ESFERA ÚNICA
En la esfera, Zenith ha optado por ceder protagonismo a las proezas técnicas del reloj, conservando una arquitectura abierta que permite contemplar en acción sus tres mecanismos inéditos: el cubo con transmisión huso-cadena (a las 10:30 y a las 1:30 horas), el sistema giroscópico de gravity control y el órgano regulador de alta Este año, la Manufactura Zenith rinde un nuevo homenaje al célebre navegante Cristóbal Colón con este modelo heredero de los cronómetros marinos. El reloj cuenta con una lujosa decoración que remite a los oficios artísticos más nobles, como el esmalte, el grabado o la micropintura. De este modo, la Manufactura demuestra su perfecto dominio de las técnicas relojeras históricas que desde hace casi 150 años embellecen las creaciones de Zenith. Esta pieza excepcional, limitada a 10 ejemplares enteramente acabados a mano, está equipada con tres grandes invenciones relojeras: un sistema patentado de gravity control, un mecanismo de transmisión huso-cadena y una extraordinaria frecuencia de 36.000 alternancias/hora.
frecuencia (a las 6 horas). No obstante, esta maestría técnica tridimensional se ha combinado con la preocupación por la estética y la participación de los más bellos oficios de arte y artesanía, que Zenith se enorgullece de perpetuar. Las tres pequeñas esferas auxiliares de oro (horas/minutos a las 12 horas, segundero pequeño a las 9 horas, reserva de marcha a las 4 horas) han sido sometidas a un delicado guilloché y posteriormente esmaltadas en blanco y equipadas con agujas y tornillos de acero azulado, en homenaje a la gran tradición relojera. La platina se ha ahuecado íntegramente a mano para dejar en relieve únicamente el logotipo de Zenith y un cortejo de estrellas. Seguidamente, las partes ahuecadas se han rellenado con un barniz de color azul oscuro. En el contrapeso del sistema de gravity control también se ha aplicado una decoración poética y sofisticada realizada a mano, que representa el hemisferio sur en micropintura.
UN FONDO CON SORPRESA
En el fondo, el Academy Christophe Colomb Hurricane Grand Voyage reserva una sorpresa mayúscula, a saber, una magnífica evocación en color y relieve de las aventuras de Colón. Se trata de un verdadero cuadro en miniatura, realizado por los mejores especialistas de los oficios artísticos utilizando un sofisticado sistema de apliques de oro fijados al movimiento. En primer plano, a ambos lados del mecanismo (que recuerda la suspensión de cardanes de los cronómetros marinos), figuran el retrato de Cristóbal Colón, grabado sutilmente a mano, y un sextante, el instrumento astronómico que permite calcular la latitud. En segundo plano figura una representación de la Santa María, la nao capitana de la expedición de Colón en su primer viaje, realizado en 1492. La decoración, trabajada en miniatura y grabada a mano, reproduce la nave con una riqueza de detalles simplemente impresionante, en especial el aparejo y las jarcias. Las distinta velas, realizadas en esmalte sobre un cloisonné, están decoradas con la célebre cruz roja, una de las cuales ha sido sustituida por la estrella de Zenith, en un guiño cómplice a los conocedores de la marca. Detrás del barco, en el puente de rodaje, se ha representado el océano con un fondo grabado de pequeñas olas, que luego se ha recubierto de barniz translúcido. En último término, el puente del cubo abre el horizonte con una decoración de micropintura en la que se representa un cielo mitad de noche mitad de día. Un detalle sutil: los relojeros de la Manufactura han jugado con la arquitectura del movimiento para mostrar un pequeño rodaje dorado que representa el sol que sale o se pone. Para integrar esta decoración ha habido que desplegar grandes dosis de ingenio. En concreto, había que encontrar puntos de fijación para los elementos en aplique y reducir al máximo la altura del movimiento y los espacios entre el calibre y las decoraciones (menos de una décima de milímetro bajo las velas). La fabulosa decoración del Academy Christophe Colomb Hurricane Grand Voyage, enteramente hecha mano por artesanos de gran destreza, convierte a cada reloj en una pieza única. Se trata de un verdadero reloj de coleccionista.
UN MOVIMIENTO DE ÉLITE
Del mismo modo que Cristóbal Colón fue más allá de los límites del espacio, este reloj que lleva su nombre va más allá de los límites de la medición del tiempo, combinando tres mecanismos que garantizan la máxima precisión: un órgano regulador con una alta frecuencia de oscilación (36.000 alternancias/hora) para secuenciar el tiempo en décimas de segundo, un sistema de transmisión huso-cadena que compensa las variaciones de fuerza del cubo durante su desarme y un módulo patentado de gravity control que permite neutralizar los efectos de la gravedad terrestre sobre la marcha del reloj. En otras palabras, supera los problemas habituales relacionados con el hecho de llevar el reloj (gravedad) y la duración de la marcha (reducción del par) garantizando una gran precisión en la medición del tiempo (vinculada con la velocidad de oscilación del balancín). Estas auténticas proezas se consiguen mediante un movimiento excepcional que cuenta con un total de 939 componentes de los que 354 corresponden al
calibre propiamente dicho, y en cuyo seno se alojan los 173 elementos del módulo de gravity control. Por su parte, la transmisión huso-cadena cuenta con 585 componentes.