Inspirado en un modelo de los años 1950-1960, una época en la que Breitling era ya el “proveedor oficial de la aviación mundial”, el nuevo “Chronoliner” perpetúa su tradición dentro de un espíritu resueltamente actual. Entre sus señas de identidad podemos destacar el ancho bisel de cerámica high-tech irrayable, con perfil estrellado para facilitar su manejo, sobre el que se han impreso cifras de cerámica blanca de gran contraste. El segundo huso horario se lee fácilmente gracias a la aguja con extremo rojo y al bisel giratorio con graduación 24 h, dotado de un sistema de muescado ultrapreciso.

Las prestaciones del cronógrafo, oficialmente certificado por el COSC -como sucede con todos los mecanismos de la casa-, aparecen indicadas en unos contadores posicionados a las 12, 9 y 6 h. La esfera se distingue por su gran legibilidad, propia de un instrumento de vuelo, con índices blancos, que destacan sobre fondo negro, y agujas sobredimensionadas, todo ello tratado con material luminiscente.

La caja posee unas dimensiones de 46 mm de diámetro, y su fondo lleva grabada la imagen de los estilizados aviones que durante largo tiempo estuvieron relacionados con la marca.

El reloj se ofrece acompañado de una pulsera de acero trenzado, confortable y de marcado carácter.

Jun.03, 2015