No cabe duda que los relojes de BRM –Bernard Richards Manufacture- hacen gala de una personalidad única y diferenciada, de una estética muy particular que no deja a nadie indiferente. Su universo es el del automovilismo, algo que se expresa a través de materiales, acabados, funciones y formas, y también mediante sus colaboraciones con firmas destacadas del mundo del motor, con las que desarrolla modelos emblemáticos, muchos de ellos de edición limitada. Sin embargo, algunos de sus diseños van más allá de estos límites conocidos, experimentan con el mundo del arte y dan como resultado creaciones sorprendentes.
Entre dichas creaciones sorprendentes se encontraría el inefable “R-46-TN”. Se trata de una pieza de poderosa caja redonda, realizada en titanio tratado con PVD negro. Dispone de estilizadas asas de acero inoxidable, y se cierra con un cristal de zafiro de doble cara irrayable. Su esfera transparente permite apreciar el calibre automático de BRM, que asegura una reserva de marcha de 48 horas, y que ofrece horas, minutos y segundos centrales. A las 6h se ha ubicado la indicación de la reserva de marcha.
Sobre la esfera se aprecian las agujas ultraligeras de horas, minutos e indicación de la reserva de marcha, en azul claro (en el modelo R-46-TN-ABL), a juego con los tornillos y con las perforaciones y pespuntes de la correa negra de piel. Otras referencias del reloj están disponibles con las agujas y detalles en blanco, rojo, amarillo, naranja y verde.

Ene.31, 2018