Una de las grandes novedades dadas a conocer por Audemars Piguet en Ginebra ha sido la nueva colección “Code 11.59 by Audmars Piguet”, con la que la manufactura desea rendir homenaje a su historia, a su auténtico código genético. Se trata de una línea concebida por primera vez tanto para hombres como para mujeres, que representa la evolución contemporánea del clásico reloj redondo. “Code 11.59” hace referencia a un reloj de caja arqueada y ergonómica de uso muy confortable. Se compone de 13 referencias, entre las que se incluyen cuatro modelos complicados. En cuanto a los movimientos, se han utilizado seis calibres de última generación, tres de ellos nuevos (un cronógrafo integrado con rueda de pilares y función flyback, un calibre automático de tres agujas y fecha, y un tourbillon volante automático). Todos los mecanismos reflejan fielmente los valores y la tradición de la Manufactura, ya que se presentan bellamente decorados, con técnicas de alta relojería como los grabados y achaflanados, traits tirés, Côtes de Genève, graneado circular, etc.
Para Fránçois-Henri Bennahmias, Director Ejecutivo de Audemars Piguet, “Code 11.59 by Audemars Piguet” es ante todo una historia humana: “esta colección exigía nuevas herramientas, habilidades y técnicas para alcanzar un grado excepcional de complejidad técnica y estética. Cuenta los desafíos humanos y las historias apasionadas de los entregados relojeros que se atrevieron a seguir sus convicciones, unieron sus fuerzas y preservaron, superando siempre sus propios límites”.
CUIDADO POR LOS DETALLES
Para esta colección, la Manufactura ha creado un complejo cristal de zafiro curvado y con tratamiento antirreflectante, cuyo perfil tenso y arqueado encarna la aparente sencillez del diseño contemporáneo. En su parte interior, la superficie del cristal se presenta abombada como una cúpula, mientras que en su parte exterior se curva verticalmente de las 6 a las 12 h. Esta forma se integra en el bisel extrafino y se extiende de borde a borde. Jugando con la profundidad, la perspectiva y la luz, este cristal de doble curvatura aporta una experiencia visual única, al tiempo que resalta el detallado trabajo de la esfera.
UN LOGO ÚNICO
Otro de los signos de distinción de “Code 11.59” destaca sobre la suave esfera lacada: el logotipo en relieve de la marca, creado átomo a átomo y colocado en aplique. Esta singular rúbrica, que mide tan solo 12,5 mm, presenta una topografía única. Compuesta por finas capas de oro de 24 quilates, ha podido realizarse a través de un proceso químico similar a la impresión 3-D y conocido como desarrollo galvánico. Cada letra se conecta con la siguiente mediante unos puntos de unión del tamaño aproximado de un cabello, y se aplica a mano en la esfera mediante unas pequeñas patas apenas visibles.
El desarrollo galvánico, derivado de la microelectrónica, permite alcanzar una precisión micrométrica. Aunque se trata de una técnica ya utilizada en la creación de calibres relojeros, esta es la primera vez empleada con oro de 24 quilates.