Con el 1815 «Rattrapante Calendario Perpetuo», A. Lange & Söhne presenta tres de las complicaciones relojeras más ambiciosas en un diseño clásico. La codiciada y a la vez poco frecuente combinación de cronógrafo con ratrapante y calendario perpetuo ofrece ahora un nuevo aspecto con su caja de oro blanco de 18 quilates y la esfera de oro rojo. El nuevo «1815 Rattrapante Calendario Perpetuo» está limitado a 100 ejemplares.

El «1815 Rattrapante Calendario Perpetuo» marcó en su presentación del año 2013 un hito en la historia más reciente de A. Lange & Söhne. El que ya fuera entonces octavo calibre de cronógrafo con un mecanismo desarrollado en la propia casa combina tres de las complicaciones más ambiciosas y poco frecuentes con el diseño clásico y elegante de la familia de relojes 1815. Logra así unas excelentes marcas tanto en distancias cortas como largas: gracias a las complicaciones que le dan nombre, el «1815 Calendario Perpetuo» se erige como referencia en la medida de tiempos cortos y en la indicación de tiempos del calendario.

La función de ratrapante es una de las mayores dificultades relojeras del «1815 Rattrapante Calendario Perpetuo». Además de los cronometrajes intermedios, función tradicional del cronógrafo, esta ambiciosa complicación permite la comparación de tiempos y el cronometraje de valores mínimos y máximos a lo largo de un minuto. La frecuencia de seis semi-oscilaciones por segundo del calibre L101.1 de la manufactura posibilita un cronometraje de tiempos con la precisión de un sexto de segundo. Una división adicional de la escala de los minutos situada en el exterior hace que se puedan consultar con exactitud.

El mecanismo resalta en todo su esplendor con su fondo de cristal de zafiro, a través del cual se pueden observar y entender los procesos controlados con precisión. El paso a la medida de los tiempos de parada y de los tiempos intermedios se produce mediante una construcción clásica de dos ruedas de columnas. Como viene siendo habitual en A. Lange & Söhne, supera un nuevo nivel de complejidad técnica en su acabado artesanal: las superficies superiores de todas las piezas móviles están decoradas con un acabado linear, mientras que los biseles periféricos están pulidos. Sólo un acabador experimentado consigue dar a los ángulos un pulido perfectamente plano y afilado.

CALENDARIO ETERNO

Si bien el cronógrafo ratrapante domina a la perfección la medida de diferentes intervalos de tiempo hasta la fracción de un segundo, la auténtica maestría técnica reside en la «memoria a largo plazo» del calendario perpetuo. El complejo y proverbial mecanismo predictivo garantiza a diario durante siglos la representación exacta de la fecha, el día de la semana y el mes, teniendo incluso en cuenta los años bisiestos. Sólo hay que corregir en un día la indicación del calendario el 1 de marzo de 2100, porque según los ajustes del calendario gregoriano ese año no es bisiesto.
La indicación de las fases de la luna también está programada a largo plazo. Reproduce con tal precisión el periodo sinódico del satélite terráqueo que sólo habrá que corregirla un día al cabo de 122,6 años.

 

Ago.08, 2023