Frederique Constant otorga a su Tourbillon Manufacture una apariencia poco común: una esfera de nácar en una caja de oro blanco de 18 K. Tourbillon y nácar forman una combinación insólita, matizada, suave y cálida, que revela sutiles variaciones de gris y azul realzando la pureza de la caja, el brillo de los índices aplicados a mano, los tornillos azulados del tourbillon con escape de silicio y los infinitos matices del nácar natural. En una caja de tan solo 39 mm, este reloj arroja una nueva luz sobre la eminente complicación que ofrece la marca ginebrina desde 2008, impulsada por el calibre FC-980. Un reloj excepcional, radiante y luminoso, del que solo se fabricarán 36 ejemplares numerados individualmente.
Este es un reloj raro y precioso que únicamente se encontrará en las muñecas de un puñado de coleccionistas. De aquellos que piensan más allá de lo convencional y se atreven con atrevidas combinaciones cromáticas. El nácar es un material cuya nobleza natural habla al corazón, a las emociones. Siempre cambiante según su exposición a la luz, nunca igual dos veces y nunca completamente liso, el nácar seduce por su vida y su vitalidad. Cada uno de los 36 ejemplares de este Classic Tourbillon Manufacture será un reloj verdaderamente único, debidamente numerado como tal.
Su caja viva y tridimensional abre la vía a una nueva expresión relojera. Sus reflejos evocan la magia del tourbillon de manufactura, en rotación continua, cuya revolución de un minuto permite a la aguja situada en su centro indicar los segundos. Se cierne sobre una compleja arquitectura compuesta por tornillos azulados, chaflanes pulidos y puentes satinados o pulidos a espejo, conforme a las normas de la Alta Relojería Swiss Made. Cada ejemplar del Classic Tourbillon Manufacture se ensambla y acaba a mano en la manufactura ginebrina, de ahí el reducido número de ejemplares disponibles.
Esta oda a la tradición equilibra la modernidad de la cuarta generación del calibre FC-980 lanzado en 2023. Incorpora un escape de silicio, un material que lo protege tanto de los campos magnéticos como de las variaciones de temperatura. Fiable y preciso, perfeccionado constantemente por Frederique Constant desde hace más de 15 años, hace latir el corazón del Classic Tourbillon Manufacture durante 38 horas. El precioso escape es visible tanto por delante como por detrás, para no perder ningún detalle de su movimiento y admirar la belleza de sus acabados (graneado circular, biselado, flancos estirados, pulido espejo).
En la esfera, Frederique Constant ha optado por una firma estética minimalista para dejar que se exprese la quintaesencia natural del nácar. La esfera solo lleva las tres palabras que son sinónimo de la Manufactura: «Frederique Constant – Genève – Swiss Made». Eso lo dice todo. Por lo demás, los acabados de la Manufactura hablan por sí solos, con dos agujas pulidas a mano, índices aplicados y una caja de 39 mm de oro blanco de 18 K totalmente pulida a espejo y acabada con una correa de aligátor azul claro pespunteada con cierre desplegable. Un minimalismo puro, un verdadero escaparate de la belleza iridiscente del nácar.
Jun.05, 2025