Mediante un proyecto de desarrollo conjunto, IWC Schaffhausen y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) han desarrollado las primeras cajas de reloj hechas de un compuesto de matriz cerámica (CMC). La cerámica reforzada con fibra combina la dureza y la resistencia al rayado de la cerámica convencional con los beneficios de los materiales compuestos de fibra, entre los que se encuentran una alta tolerancia al daño y una resistencia extrema a la temperatura. 

Desde los años 80, IWC Schaffhausen ha adquirido una amplia experiencia en materiales avanzados, incidiendo especialmente en la cerámica. El fabricante suizo de relojes de lujo fue pionero en el uso de este material duro y resistente a los arañazos cuando presentó el primer reloj de pulsera con caja de óxido de circonio negra en 1986. Desde entonces, IWC ha innovando continuamente en este campo. Entre los grandes hitos conseguidos por la Manufactura, se encuentran las cajas de reloj hechas de cerámica de nitruro de silicio marrón; de cerámica de carburo de boro negro; cerámica de varios colores, y recientemente, una cerámica luminosa llamada Ceralume®. En 2013, IWC
y el renombrado Centro Aeroespacial Alemán de investigación (Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt, DLR) se embarcaron en una colaboración de ingeniería para desarrollar conjuntamente las primeras cajas de reloj hechas de un compuesto de matriz cerámica.

La cerámica reforzada con fibra forma parte de una clase relativamente nueva de materiales. Combina las ventajas convencionales de la cerámica, como dureza y resistencia al desgaste, con beneficios adicionales como una tolerancia al  daño. Como el material también es extremadamente resistente a choques térmicos, DLR ya lo había utilizado para desarrollar  componentes de cohetes y sistemas de protección térmica para vehículos espaciales reutilizables. Sin embargo, los investigadores buscaban adaptar su innovadora tecnología a la fabricación de productos más pequeños, y la caja de reloj era el candidato perfecto para este objetivo.

En estrecha colaboración con la división de ingeniería de IWC Schaffhausen, XPL, los  investigadores del Instituto de Estructuras y Diseño del DLR en Stuttgart diseñaron un nuevo proceso de fabricación para desarrollar las primeras cajas cerámicas de relojes IWC reforzadas con fibra. La colaboración resultó ser un  éxito para ambos socios: IWC Schaffhausen pudo agregar CMC a su creciente cartera de materiales avanzados y, gracias a la experiencia adquirida trabajando con componentes CMC de pequeña escala, DLR pudo abrirse a nuevas aplicaciones para el espacio.

Para compartir ideas sobre este exitoso proyecto de  desarrollo, IWC Schaffhausen y DLR organizaron un evento en el Instituto de Estructuras y Diseño del DLR en Stuttgart, en el que representantes de ambas instituciones exploraron el complejo proceso de fabricación de las cajas de relojes CMC, al tiempo que destacaron la importancia de las colaboraciones de ingeniería, así como  la necesidad de transferir tecnología desde la investigación hacia nuevas aplicaciones en diferentes industrias.



Nov.11, 2024