Una de las invenciones más destacadas de Abraham-Louis Breguet e inseparable del saber hacer técnico de la Maison, este mecanismo, tan complejo como poético, revela el suave ritmo de su danza en un entorno que brilla intensamente en el reloj Classique Tourbillon 3358.
Sobre un resplandeciente lecho de diamantes, el tourbillon, esta formidable innovación patentada en 1801 para contrarrestar la gravedad que afecta al movimiento de un reloj, opera su magia de corifeo, marcando sus ondulantes latidos, animados por el calibre de manufactura 187D de cuerda manual. Ubicado en la base del precioso rostro del Classique Tourbillon, el ingenioso regulador refleja el paso de las horas y minutos, trazando juntos la silueta de una armoniosa lemniscata.
EL LIRISMO DE LA TÉCNICA
La más reciente incorporación a la colección, esta referencia transmite dos de las fuerzas principales surgidas del genio de Abraham-Louis Breguet para ofrecer un tiempo tan preciso como legible: el rendimiento mecánico y la estética, que magnifica la interpretación de la información. El espíritu técnico actúa en tándem en esta pieza, operando dentro del calibre de manufactura 187D con carga manual, que alberga el tourbillon rodeado de oro y diamantes, y con la maestria de varias técnicas de engaste, como la hipnótica «nieve».
EL CALIBRE 187D DE MANUFACTURA CON TOURBILLON
El nuevo Classique Tourbillon 3358 está impulsado por el calibre 187D, un movimiento de carga manual fabricado por Breguet en sus talleres de L’Orient en el Vallée de Joux, Suiza. Ensamblado con 187 componentes e incorporando 21 rubíes, este corazón de alto rendimiento, equipado con un espiral Breguet de acero, late a la suave frecuencia de 2.5 Hz, es decir, 18.000 alternancias por hora. Una vez completamente cargado, ofrece una reserva de energía de 50 horas. El calibre de la manufactura 187D, con acabados modernizados, da la bienvenida al «regulador tourbillon», imaginado por Abraham-Louis Breguet hace más de dos siglos. Como un metrónomo que marca el compás con una rotación completada en un minuto, garantiza la precisión del reloj independientemente de su posición. En el Classique Tourbillon 3358, se muestra en toda transparencia en la parte inferior de la esfera, a través de una apertura redonda enmarcada por un anillo elíptico de oro pulido. Una cinta de diamantes brillantes cubre el puente de oro ligeramente curvado que lo sostiene. En la parte posterior de este modelo, equipado con un cristal de zafiro, la platina principal está adornada con una decoración resplandeciente, grabada con una fresa de diamante. El material se talla delicadamente para revelar reflejos y relieves, logrando un efecto que evoca la superficie cenicienta de la Luna. Aunque el proceso es idéntico para todas las piezas, el resultado final es único, gracias al toque de alma aportado por los artesanos.
Dic.30, 2024