En octubre de 1994, A. Lange & Söhne presentó la primera colección de la nueva era que incluía el legendario “Tourbillon Pour le Mérite”, el primer reloj de pulsera con tourbillon y accionamiento por cadena y caracol. En el año 2005 le siguió otro modelo que también reunía estas dos elaboradas complicaciones: el “Tourbograph Pour le Mérite”. Pero con eso solo no bastaba: un cronógrafo con función ratrapante le convirtió en el hasta entonces reloj más complicado de la manufactura.
Ahora se ha logrado equipar el mecanismo con una quinta complicación, la de calendario perpetuo. La integración de un calendario perpetuo trajo consigo la difícil tarea de orquestar las interacciones del complicado mecanismo, de tal manera que no se produjeran conflictos mecánicos o pérdidas de energía evitables. El mecanismo del calendario perpetuo se tuvo que colocar alrededor del tourbillon, con lo que solo quedaban libres dos tercios aproximadamente de la superficie del mecanismo. Esta circunstancia exigió una nueva construcción del mecanismo de base.