Hace décadas, las pruebas de observatorio eran extremadamente importantes. Más allá de la ciencia cronométrica, la fama asociada a estas competiciones de cronometraje era considerable. Los observatorios eran testigos y avalaban el nivel de precisión que los relojeros expertos podían alcanzar. Conscientes del prestigio que podían adquirir, las marcas presentaban movimientos especialmente preparados para estas pruebas. Zenith participó en las pruebas ya en 1897 y, a lo largo de los años, sus movimientos han ganado la cifra récord de 2333 premios de cronometría, más que ninguna otra marca. Entre ellos, un movimiento eclipsó a todos los demás, el legendario Calibre 135. Este calibre cronómetro, diseñado por Ephrem Jobin a petición de Charles Ziegler, director técnico de ZENITH, se desarrolló específicamente para competir en los concursos de cronometría de los observatorios de Neuchâtel, Ginebra, Kew Teddington o Besançon. Su nombre deriva de sus dimensiones, 13 líneas (o 30 mm, el tamaño máximo permitido en la competición de la categoría de relojes de pulsera en la prueba del Observatorio de Neuchâtel) y 5 mm de grosor. Se fabricó de 1949 a 1962 en dos versiones distintas: una variante comercial (135) y una versión «O» (135-O) creada exclusivamente para las pruebas de cronometría de observatorio.
El Calibre 135-O recibió 235 premios de cronometría, un récord absoluto en la historia de la relojería. Regulado por los renombrados cronometradores de Zenith, Charles Fleck y René Gygax, este movimiento estableció un récord extraordinario con cinco primeros premios consecutivos en la categoría de relojes de pulsera en el Observatorio de Neuchâtel, de 1950 a 1954. La leyenda del Calibre 135-O revivió en 2022 gracias a una excepcional colaboración con Kari Voutilainen y Phillips en asociación con Bacs & Russo. El maestro relojero Kari Voutilainen restauró y decoró al más alto nivel diez movimientos vintage de los años «ganadores en serie» de 1950 a 1954 en una edición limitada ultraexclusiva que tocó la fibra sensible de los coleccionistas más exigentes. Los iconos resisten el paso del tiempo, y la belleza de tener un patrimonio tan rico es poder compartirlo.
REGRESO AL SIGLO XXI
Hoy, Zenith da un paso más y resucita el Calibre 135 para llevarlo al siglo XXI. Esta nueva versión del movimiento utiliza las dimensiones, el aspecto y la arquitectura de su antecesor. Incorpora una rueda central desplazada, creando espacio para alojar el volante de gran tamaño que mejora la precisión y la estabilidad. Sin embargo, lejos de ser una reproducción del calibre histórico, se trata de una reinterpretación moderna que integra soluciones técnicas y materiales actualizados siempre que sea posible. El barrilete ofrece ahora 72 horas de reserva de marcha, frente a las 40 horas de la versión de los años 50. Impulsa un nuevo rodaje con una geometría de dientes optimizada para mejorar la eficiencia. El volante, que funciona a 2,5 Hz, cuenta con tornillos de regulación y una espiral Breguet. El regulador en forma de doble flecha, característico del 135-O, permite un ajuste preciso, mientras que se ha añadido un mecanismo de parada del segundero para ajustar la hora al segundo exacto. El eje del volante está ahora protegido por engastes de joyas sobre muelles. Los movimientos están regulados con una precisión de +/-2 segundos al día, y su precisión está certificada oficialmente por el COSC. La sofisticada y sobria decoración del Calibre 135 es testimonio de su historia de excelencia. Cada componente está meticulosamente acabado. Los puentes se distinguen por su acabado con detalles en forma de ladrillo con motivo guilloché, inspirado en la fachada distintiva de ladrillos pintados de rojo y blanco de la Manufactura Zenith que deletrean con orgullo las letras G.F.J., las iniciales de Georges Favre-Jacot. El barrilete presenta un acabado satinado circular y la rueda de la corona está pulida en negro. Las grandes joyas añaden otro toque refinado.
Abr.21, 2025