En 2018, Bvlgari ha rediseñado el reloj a través de un material tan técnico como el titanio. Uno de los representantes de la nueva colección, tal vez el más singular de ellos, es el “Octo Tourbillon Sapphire”. Con este modelo, la firma desea explorar una nueva dimensión del tiempo. Su caja exhibe unas proporciones que resultan más actuales y urbanas.

TRANSPARENCIA EN NEGRO
Lo cierto es que Bvlgari no establece ningún tipo de distinción entre forma y sustancia. El trabajo de modelar las formas y buscar el equilibrio estético no resulta en ningún caso gratuito, sino que busca alcanzar una funcionalidad máxima. La pureza formal de este reloj sorprendente ofrece ahora una nueva visión relojera: permite que la luz se introduzca en el interior de la caja con objeto de magnificar la belleza del movimiento, el cual, a su vez, presenta una concepción especialmente innovadora.

La esfera y el fondo transparente de la caja de 44 mm de diámetro, realizada en titanio con tratamiento de DLC negro y zafiro, ofrecen a los connoisseurs una completa inmersión visual en el mecanismo del reloj. Se trata de un movimiento de cuerda manual con tourbillon volante, calibre BVL 206. Una de las características ópticas más significativas de dicho calibre es que incorpora 11 puentes tratados con DLC negro y adornados con unas barras realizadas con ITR2, un compuesto único a base de partículas de nanotubo de carbono –ofrece la dureza del metal- y SLN, un material luminiscente de alta tecnología. Los puentes sujetan el movimiento y al mismo tiempo hacen la función de índices horarios.
Las operaciones de ajuste de hora del “Octo Tourbillon Sapphire” son el resultado de un sofisticado proceso de desarrollo. Cuando se presiona la corona aparece un punto rojo en una microapertura situada a las 3 h, que indica que la hora debe ajustarse rotando la corona. Una vez se ha completado la operación, una segunda presión oculta el punto y cierra el mecanismo de ajuste.

Oct.24, 2018