No cabe duda que el mágico giro de un tourbillon seduce por su acompasado e ininterrumpido baile. Y es que dejando al margen su inicial necesidad práctica, este dispositivo expresa, tal vez mejor que ningún otro, el auténtico significado de la alta relojería. Por las elevadas dosis de pericia que su realización exige, el tourbillon nunca deja de estar de actualidad.
Recordemos que el tourbillon es una de las creaciones más fascinantes de Abraham-Louis Breguet. La finalidad de colocar el escape de los relojes en una jaula giratoria era la de compensar los efectos negativos de un desequilibrio del volante –debido a la atracción que ejercía la fuerza de la gravedad en los relojes de bolsillo cuando estos perdían su horizontalidad– sobre la regularidad de la marcha del reloj. Si un volante presenta un defecto de equilibrio, su baricentro deja de encontrarse en el eje de rotación, es decir, en el centro del volante, para hallarse en un punto cualquiera entre el eje y la circunferencia del propio volante.
En el tourbillon, el volante y todo el sistema de escape están montados en una jaula que realiza una rotación cada minuto, por lo que el volante se encuentra vinculado con el baricentro, descentrado, en todas las posiciones posibles respecto al plano vertical sobre el que yace su eje de rotación, compensándose entre sí los efectos de la fuerza de la gravedad. En la actualidad, como hemos dicho, el tourbillon no responde a una necesidad práctica, pero sí que mejora la calidad de la marcha y siempre es reflejo de una notable excelencia técnica. La industria lo interpreta de formas muy diversas, optando tanto por diseños tradicionales como por propuestas claramente vanguardistas.

RICHAR MILLE  TOURBILLON RM 59-01 YOHAN BLAKE

ROGER DUBUIS  DOBLE TOURBILLON VOLANTE DEC. CINCELADA TITANIO EXCALIBUR

BULGARI CARILLON TOURBILLON

HUBLOT CLASSIC FUSION TOURBILLON SEKELETON BLACK CERAMIC

CORUM ADMIRAL’S CUP LEGEND 42 TOURBILLON MICRORROTOR

May.03, 2013