ANTONIO CALCE

CEO DE GIRARD-PERREGAUX

ANTONIO CALCE, INGENIERO DE PROFESIÓN, POSEE UNA AMPLIA EXPERIENCIA EN EL MUNDO DE LA ALTA RELOJERÍA, UNA INDUSTRIA QUE DOMINA DESDE TODAS SUS FACETAS Y ÁREAS DE TRABAJO. DESDE EL AÑO 2015 ES CEO DE GIRARD-PERREGAUX.

“Hay que respetar el valor de la marca, pero con la vista puesta en el futuro”

CRONOS: ¿Qué le impresionó más de Girard-Perregaux cuando usted se convirtió en CEO de la marca?

ANTONIO CALCE: Lo que más me impresionó fue el enorme talento del personal. En Girard-Perregaux trabajan unos relojeros con habilidades extraordinarias. Además, la manufactura ha desarrollado grandes movimientos, y el know-how de la casa es tremendo. Tengo mucha experiencia en la industria relojera, y a lo largo de mi carrera he conocido diferentes manufacturas; sin embargo, esta elevada competencia me sorprendió, así como el valor de la marca y su herencia histórica.

C.: ¿Cómo describiría la especial naturaleza de los relojes de Girard-Perregaux?

A.C.: Cada marca posee su propio jardín, que encierra los valores y la historia de la firma, no solo en términos de manufactura, sino también a nivel de productos. Cada año presentamos en el SIHH de Ginebra piezas de auténtica alta relojería, que destacan por sus exquisitos acabados finales. El pasado año, precisamente, ganamos dos premios de alta complicación.

No cabe duda que los relojes de Girard-Perregaux siempre han destacado por su creatividad. Contamos con más de 80 patentes, somos los inventores del movimiento de cuarzo, del movimiento de alta frecuencia.

C.: ¿Qué percepción posee el público de la marca? ¿Cree que sus valores se conocen suficientemente?

A.C.: Yo creo que los aficionados, los conocedores, cuando hablan de Girard-Perregaux lo hacen con mucho respeto. Saben que se trata de una marca increíble, con una historia muy exclusiva y particular. Antes de que yo llegara a la firma, la marca estaba un poco aletargada. Ahora mi trabajo y el de mi equipo consiste en explicar, mostrar toda la grandeza de Girard-Perregaux, a través de una estrategia adaptada.

Nos encontramos en el momento en el que hay que crear las estructuras correctas para desarrollar la marca a largo plazo, y en el que la estrategia a seguir es muy importante.

También trabajamos en nuestra organización de distribución. En los últimos dos años hemos abierto distribución en Rusia, en Hong Kong, en Japón, en Alemania, y en España y Portugal con Ángel Iborra, que se ocupa de ambos mercados.

C.: ¿Cuáles son las áreas de trabajo?

A.C.: Empezamos con el producto, buscando el diseño correcto, los materiales y precios adecuados. Inmediatamente después, entra el juego la estrategia de marqueting, la distribución de producto, la organización. Realmente nos encontramos ante un nuevo capítulo para la marca.

C.: ¿Qué es más importante para Girard-Perregaux en la actualidad, la tradición y la historia que representan algunas colecciones o la investigación y la alta tecnología que representan otras?

A.C.: Ambas son importantes y un buen ejemplo de ello lo encontramos en el “Tourbillon sobre Tres Puentes”, un reloj que representa todo el ADN de la marca. Ahora se ha presentado un reloj con los tres puentes pero sin tourbillon, pero con un gran volante de baja frecuencia. Será el primer reloj de la marca con tres puentes con un precio de 24.000 francos suizos. De esta manera la firma cubrirá tres segmentos de precio, sin descuidar su ADN: el tourbillon con tres puentes ya existente, una media complicación con tres puentes que surgirá en 2018 y esta complicación básica presentada este año. La acogida del reloj en el SIHH fue extraordinaria.

C.: Como miembro fundador de la Fundación de la Alta Relojería, que supuso para Girard-Perregaux volver al SIHH de Ginebra?

A.C.: Ha sido un regreso natural, una vuelta a casa. Existe un perfecto posicionamiento de Girard-Perregaux entre las otras marcas del salón. Allí encontramos a clientes que se adaptan perfectamente a nuestro producto.

C.: ¿Podría decirnos algo sobre la pertenencia de Girard-Perregaux al Grupo Kering? ¿Existe alguna relación con Ulysse Nardin en términos de tecnología y nuevos desarrollos?

A.C.: Formar parte del Grupo Kering es todo un privilegio, una suerte increíble, porque facilita el establecimiento de estrategias a largo plazo y permite realizar inversiones también a largo plazo. Se aprovechan todas las sinergias inteligentes entre las marcas. En países como Japón o EE.UU. ambas marcas poseen una distribución conjunta.

C.: ¿Podría destacarnos algún modelo o colección de los presentados en el SIHH?

A.C.: Este es el año del “Laureato”. Se trata de un modelo mítico, creado en 1974, que ahora regresa reconvertido en una colección completa. Está disponible en cuatro tamaños, con cuatro movimientos distintos, para señora, caballero, en acero, oro, bitonal. Se sitúa en un nuevo segmento de precios que para nosotros es una novedad –entre 5.000 y 10.000 francos suizos-, y eso es muy importante para la marca. También por primera vez contamos con una auténtica oferta de acero, iniciada hace cinco años.

C.: ¿Cómo ve el futuro de la Alta Relojería?

A.C.: En Girard-Perregaux tenemos mucha confianza en el futuro de la Alta Relojería. Se trata de una industria capaz de crear valores, y en la actualidad adquirir un reloj de alta gama continúa siendo una inversión. En cualquier caso, es necesario saber poner las herramientas correctas, en cuanto a producto y distribución.

C.: ¿Podría darnos algunas lecciones clave de lo que ha aprendido a lo largo de su carrera?

A.C.: He aprendido sobre todo que cada marca debe considerar su “jardín”, su territorio de expresión. Hay que saber respetar el valor de la marca, de su herencia y su identidad, pero siempre con la vista puesta en el futuro. Y es preciso otorgar a cada producto su justo precio. En Girard-Perregaux son fundamentales la calidad, la creatividad y la innovación.

Jun.01, 2017