AVANCES RELOJEROS

Una industria en continua evolución

 

De ningún modo podría afirmarse que la relojería es una industria o un arte -o ambas cosas a la vez- inmovilista. La investigación, la creatividad o incluso cierto nivel de irreverente ruptura componen sus mismos cimientos. La cuestión es evolucionar, ofrecer soluciones atrevidas y visionarias con las que transformar conceptos aparentemente inamovibles. Y el objetivo fundamental, aunque no el único, mejorar la precisión.

Cada año las marcas de alta relojería, tanto las vinculadas a grandes grupos como las ligadas a relojeros independientes, incorporan a sus relojes destacadas invenciones, protegidas por varias patentes. Algunas se presentan como rarezas excepcionales, desarrolladas para accionar piezas únicas. Otras suponen avances extraordinarios y útiles. En este segundo caso, tal y como sucede en la Naturaleza con la evolución de las especies, llegan al sector para quedarse.

En las páginas de este artículo nos referimos a algunos de los avances relojeros más recientes, logros técnicos que han dado y darán que hablar.

 

ESCAPES REVOLUCIONARIOS

El escape es el encargado de regular la velocidad de rotación de las ruedas del tren de engranaje, y está formado por el volante, el áncora y la rueda de escape. En los últimos años, algunas firmas han investigado en el funcionamiento de esta pieza clave de los mecanismos relojeros. Este es el caso de Girard-Perregaux y de Ulysse Nardin.

El "Constant Escapement" prescinde del uso de espiral.

El «Constant Escapement» prescinde del uso de espiral.

Girard-Perregaux cuenta en su trayectoria con la proeza de haber desarrollado el primer escape de fuerza constante que ha podido ser alojado con éxito en un reloj de pulsera. El llamado “Constant Escapement” -así bautizado como tributo al relojero Constant Girard, uno de los padres de la marca- se aprovecha una vez más de las características intrínsecas del silicio, especialmente de la elasticidad. La lámina de silicio es más fina que un cabello humano y de sección rectangular, con un grosor de 20 micrómetros, una anchura de 1/10 mm y una longitud de apenas 20 mm. El escape no necesita un resorte en espiral, ya que la fina lámina al pasar alternativamente de un estado de tensión a otro de relajación consigue acumular una energía que se libera convenientemente al aflojar la presión, con lo que se consigue mantener la amplitud del volante hasta que se agota la reserva de marcha.

Vista de perfil del "Anchor Escapement" de Ulysse Nardin.

Vista de perfil del «Anchor Escapement» de Ulysse Nardin.

El “Ulysse Anchor Escapement” de Ulysse Nardin se basa también en el principio de los mecanismos flexibles. Usando la elasticidad de los muelles lámina, el dispositivo en silicio prescinde del pivote de áncora, quedando esta última literalmente suspendida en el aire.

Este escape, creado en colaboración con Sigatec -empresa especializada en la realización de microcomponentes de silicio, perteneciente a Ulysse Nardin- pone en escena un bastidor circular de silicio en cuyo centro está fijada un áncora, colgada en un mismo plano por dos láminas arqueadas -es decir, mantenidas bajo presión para que puedan curvarse- una frente a la otra. Este complejo dispositivo utiliza la propiedad física de los muelles lámina que se deforman sobre un cierto eje, manteniéndose perfectamente rígidos sobre el otro para reproducir las funciones cinemáticas de un pivote.

 

LA REINVENCIÓN DEL TOURBILLON

HW_Histoire de Tourbillon 5_HDEn pocos años el tourbillon -es decir el dispositivo desarrollado para contrarrestar la influencia negativa de la fuerza de la gravedad sobre el mecanismo del reloj- ha vivido un resurgimiento inusitado. Algunas marcas se han aventurado incluso a modificar su esencia o a introducirlo en calibres revolucionarios.

HW_Histoire de Tourbillon 5_focus_HDPara Harry Winston explorar el tourbillon constituye un desafío desde el año 2009, cuando vio la luz el “Histoire de Tourbillon 1”, una pieza que trataba la complicación como una escultura. Ahora la saga continúa con el nuevo “Histoire de Tourbillon 5”, que revela la mecánica excepcional del tourbillon a través de una exposición completa. El movimiento y sus distintos territorios están reorganizados en altura como un paisaje mecánico: el movimiento bajo, puentes a nivel y el tourbillon triaxial que domina el conjunto en su cúpula. El esqueletizado del movimiento constituye la primera etapa según una geografía minimalista. Su único objetivo es ir a lo esencial de la mecánica desestructurando la materia. Seguidamente, se da una gran importancia a los volúmenes. Para ello fue necesario realizar una verdadera hazaña, ya que el cristal de ojo de buey, situado sobre el cristal general del reloj, está sellado sobre una base truncada. Dominados por el tourbillon, los puentes presentan una forma esférica. Vaciados crean espacios donde se implanta por debajo la reserva de marcha, sin perder la función ni la coherencia.

En esta misma línea se integran los relojes con tourbillones esféricos de Zenith y Jaeger-LeCoultre. El “Duomètre à Sphérotourbillon” de Jaeger-LeCoultre, del que ya hemos hablado en numerosas ocasiones, incluía una revolucionaria espiral cilíndrica que palpitaba de manera concéntrica, de una forma totalmente imposible de obtener con una espiral tradicional.

 

NUEVO SISTEMA DE TRACCIÓN

Detalle de las correas que dirigen el tourbillon y del puente en forma de "V", ennegrecido y pulido.

Detalle de las correas que dirigen el tourbillon y del puente en forma de «V», ennegrecido y pulido.

También reinterpreta el mágico tourbillon el nuevo “Monaco V4 Tourbillon” de TAG Heuer. En 2004, la firma cambió el curso de la relojería desvelando el “Monaco V4 Concept Watch”, el primer reloj del mundo con transmisión por correas, masa lineal y cojines de bolas. El nombre de “V4” proviene de la platina principal de platino en forma de “V” en la que están ensamblados los cuatro barriletes del movimiento: las series de correas 2-por-2 montados sobre los cojinetes de bolas forman un ángulo de +/-13 grados, al igual que los cilindros del motor de un Fórmula Uno. En 2009, este concept se convirtió en realidad, con una producción totalmente comercializada del modelo “Monaco V4”. El logro se produjo como resultado de cinco años de intensa investigación por parte de los ingenieros de alta relojería de TAG Huer para superar los últimos obstáculos, como el que suponía el desarrollo de la transmisión por correas ultrafinas y ultrarresistentes.

TAG HEUER MONACO V4 TOURBILLON WAW2081.FC6348 PACKSHOT 2014El “Monaco V4 Tourbilon” complica un poco más esta complicación mediante el uso, de forma inédita, de una microcorrea que conduce el tourbillon. Gracias al sistema de correas que mueve el torubillon no se producen choques u oposición al mismo. La mayor ventaja es la absoluta fluidez de su rotación. Este vanguardista reloj está equipado con un sistema de rebobinado automático lineal y la masa está guiada por una traviesa lineal en vez de por el tradicional sistema rotativo. Las cuatro correas de transmisión dentadas ultrafinas (0,07 mm) y el diseño e ingeniería de lo que se recuerda como uno de los secretos mejor guardados de la relojería, dan lugar a un sistema de absorción de impactos muy eficiente. También por primera vez, los barriletes están montados sobre rodamientos de bolas.

 

UNA NUEVA COMPLICACIÓN

RM36-01 FRONTEl pasado año, Richard Mille presentó una nueva y original complicación, el “Sensor de G” -una función especialmente diseñada para el mundo de las competiciones automovilísticas-, que vuelve a incluir, convenientemente mejorada, en su reloj “Tourbillon con Sensor G de Competición RM 36-01 Sebastien Loeb”.

La fuerza G es la que actúa sobre el piloto cuando su coche toma una curva, o la que impulsa al mismo hacia adelante en los frenados bruscos, o hacia atrás en los acelerones. En los circuitos automovilísticos, con curvas cerradas y altas velocidades, el impulso “G” es muy grande.

La clave para comprender esta creación se deriva del bisel giratorio de cerámica: el sensor de G puede rotar de forma manual, lo que permite una aleación en diferentes posiciones. Está pensado para facilitar al piloto la visualización de la desaceleración lateral, las fuerzas longitudinales engendradas en las curvas, y la aceleración y frenado en rectas. Conectado de forma directa al bisel y al cristal de zafiro, puede detectar fuerzas de hasta 6 G. Su escala indica a través de una aguja si la fuerza G experimentada no supone un peligro (zona verde) o si alcanza un umbral crítico para el piloto (zona roja). Su puesta a cero se realiza rápidamente gracias al pulsador central. Esta manufactura supone un verdadero avance de la relojería ya que requiere un ensamblaje y ajuste complejos durante su fabricación. Estas complicaciones se deben a que una parte del movimiento está montada sobre la platina mientras que otras se sujetan a la construcción del bisel y el cristal de zafiro, una construcción móvil (se puede girar y adaptar) y sigue formando parte de un mecanismo de gran exactitud.

ESTRUCTURA ÚNICA

G0A39111 MushroomPiaget, por su parte, fusionó también caja y platina para obtener un grosor aparentemente imposible y totalmente inédito para su “Altiplano 900P”.

Piaget_Print_900P_FULL_005En este reloj, cada elección técnica realizada tenía su impacto estético y viceversa. Si bien cada una de las 145 piezas que componen el “Altiplano 900P” se han reducido a un tamaño que a veces no supera ni el grosor de un cabello, se ha prestado especial atención a los espacios libres. En otras palabras, el proceso involucró una organización inteligente de los componentes jugando con márgenes de centésimas de milímetro para crear un juego óptimo entre los órganos fijos y móviles, teniendo especial cuidado en asegurar que estos últimos pudieran moverse libremente y garantizar de esta forma un funcionamiento suave del mecanismo.

El emplear el fondo del movimiento como platina significó además revertir la construcción del calibre con el fin de ajustar los puentes en el lado de la esfera.

 

 

Nov.26, 2014