BOVET

Récital 10

En 2006 la Maison BOVET lanzó la Colección DIMIER como homenaje a los artesanos de la Manufactura que lleva este nombre.
Basado en unos valores fundamentales y esenciales, el Récital 1 sellaba, a través de la sobriedad, la identidad de la colección. Tras una serie de variaciones realizadas sobre el tema de las grandes complicaciones, el Récital 0 ofrecía, en 2011, una interpretación contemporánea del mismo concepto. En 2013, Pascal Raffy y sus colaboradores se han puesto sus trajes de alquimistas para extraer la quintaesencia de los icónicos Récital 1 y Récital 0 dando vida a su fusión en el Récital 10.

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Los orígenes de la inspiración se dividen claramente entre las dos musas de este último Récital. La esfera, las agujas y las indicaciones provienen del Récital 1, mientras que la jaula del tourbillon y la forma, ya emblemática, de sus puentes se inspiran en el Récital 0. Hay que observar el movimiento a través del fondo de cristal zafiro para descubrir que la más noble expresión de esta fusión proviene de un desarrollo completamente nuevo. Los centros de los dos barriletes y del engranaje se extienden entre dos puentes que ocupan una superficie similar sobre la pletina principal. El diseño del primero evoca el movimiento del Récital 1, mientras que el segundo recuerda el Récital 0. Sus respectivos contornos forman dos alas unidas al centro del movimiento y que elevan literalmente el tourbillon a las máximas alturas de la elegancia y de la sofisticación.
Si según la costumbre de los relojeros de DIMIER 1738, cada detalle de cada componente está decorado según los criterios estéticos y cualitativos propios de BOVET 1822, en el caso del tourbillon Récital 10, son la discreción y la sobriedad las características que expresan más claramente su estilo. La emoción que aportan los relojes BOVET lleva a Pascal Raffy a decir que están hechos para ser vividos. La expresión fascinante, casi humana y vibrante de la cara de este Récital 10 lo confirma con más fuerza que nunca.
Las indicaciones están repartidas para favorecer la legibilidad. La horas y los minutos se muestran al centro a través de las legendarias agujas de serpentina. A las 12 horas, la aguja de la reserva de marcha, con la misma forma, indica los siete días de autonomía en un indicador circular elegantemente acabado. La simetría, el equilibrio y las proporciones tienen que ser vividas para poder apreciar su absoluta perfección. Otro símbolo sutil de esta fusión es la integración de los brazos del puente superior de la jaula – herencia del Récital 0 – en el recorte perfecto de la esfera inspirada en el Récital 1. Delicadamente biselados, los bordes de estos dos elementos se ajustan con una precisión que sólo puede concebir la mente humana. El contraste de los colores y de los acabados entre los dos componentes sublima cada uno de ellos y al mismo tiempo contribuye a la armonía entre las dos originales inspiraciones. Para terminar, los acabados Côtes de Genève circulares que decoran la esfera nacen en el eje del tourbillon en lugar del centro del reloj.
Después de haber leído la hora, la mirada se encuentra atraída de forma natural por este diseño concéntrico hacia el corazón y el alma del reloj: el centro del tourbillon, que ofrece al coleccionista la más seductora de las sonrisas, confirmando una vez más que Pascal Raffy y sus colaboradores han logrado, a través de esta nueva interpretación, celebrar la unión entre artesanía y tecnología, entre patrimonio histórico y futuro innovador.

Oct.15, 2013