Cada año, Chopard, patrocinador oficial del Festival de Cannes desde 1998, crea todos los premios que entrega el Festival, incluido el más prestigioso de todos: la Palma de Oro. Esta distinción absoluta, que consagra la joya cinematográfica elegida por el jurado, es igual que las obras maestras que corona: creada con genialidad, paciencia y precisión por las manos expertas de los artesanos artísticos. En el virtuosismo de los gestos que le dan origen, en la perfección formal que encarna y en toda su majestuosidad, la Palma de Oro elaborada en los talleres de Chopard es un espejo de la magia del cine con el que la Casa mantiene con pasión su gran historia de amor.
Caroline Scheufele (copresidenta y directora artística) quería asegurarse de que el premio más codiciado de la industria cinematográfica estuviera a la altura de lo que representa. La Palma de Oro está elaborada íntegramente con oro ético certificado Fairmined, una característica única que la distingue de todos los demás trofeos cinematográficos. También es una expresión del decidido compromiso de Chopard con el lujo sostenible, en el que arte, ética y estética están tan íntimamente ligados.
«El cine es el lugar donde se puede explorar la complejidad del ser humano », explicó la directora Justine Triet durante el Festival de Cannes 2023, cuando ganó la Palma de Oro. Pierre Lescure, uno de los mayores conocedores de cine del mundo y Presidente del Festival de Cannes de 2014 a 2022, describió la galardonada película de Justine Triet Anatomía de una caída como una de las mejores Palmas de Oro que había visto nunca; a sus ojos, esta película podría haber ganado premios en todas las demás categorías del palmarés. Y eso es exactamente lo que hizo la película, ya que la Palma de Oro fue una inestimable plataforma de lanzamiento que la propulsó a todas las selecciones internacionales, ganando premios en todos los registros, desde los César y los Óscar pasando por los Globos de Oro y los BAFTA.
Anatomía de una caída ha hecho de esta edición de la Palma de Oro 2023 todo un acontecimiento. Una película que lleva a la pantalla un gran papel femenino, encarnando a una mujer poderosa que no reivindica su lugar, sino que simplemente lo ocupa. Es también la segunda vez en tres años que la Palma de Oro se concede a una mujer, tras Julia Ducournau en 2021 por Titane. Es una victoria que atestigua el lugar cambiante de la mujer en la sociedad y en la industria del cine, ya que hay que remontarse a 1993 para ver a una directora, Jane Campion, galardonada con la Palma de Oro por La lección de piano. Pero entonces, el trofeo aún no era la joya en que se ha convertido hoy gracias al impulso de una mujer, Caroline Scheufele, que no esperó a las revoluciones sociales para ocupar su lugar y hacer que su voz se alzara.
Una Palma sublimada por el impulso de Caroline Scheufele
La historia de amor entre Chopard y el cine comenzó en 1997. Los pasos de Caroline Scheufele se cruzaron con los de Pierre Viot, entonces Presidente del Festival de Cannes. Gracias a una vertiginosa casualidad, Caroline Scheufele recibe el encargo de rediseñar la Palma, cuyo antiguo modelo llevaba en el bolso. En Ginebra rediseñó por completo los volúmenes. Más ligera, gana en relieve y profundidad. Sus 19 foliolos están delicadamente acanalados, mientras que el tallo termina en forma de corazón, uno de los emblemas icónicos de Chopard. Inspirada en la naturaleza, su movimiento y sus ondulaciones, como tantas creaciones de Alta Joyería de la Manufacture, la Palma de Oro comenzó una nueva vida bajo el impulso de Caroline Scheufele. Siguiendo los pasos del Festival de Cannes, la copresidenta y directora artística de Chopard ha afianzado su amor de toda la vida por el séptimo arte creando un vínculo fértil, infinitamente vivo, rebosante de creatividad y que acompaña la coronación de los directores con más talento de este siglo. Su firma excepcional se expresa con toda fluidez y delicadeza en esta joya vegetal. 27 años después, la famosa rama ha sido reeditada en su matriz original, y colocada sobre una base de cristal de roca con inclusiones que la hacen única, tallada como un diamante talla esmeralda. Lista para ser entregada la noche de la ceremonia de entrega de premios, ante las cámaras de todo el mundo, con motivo del acontecimiento más mediático del mundo después de los Juegos Olímpicos.
Desde los platós a los talleres, un trabajo de artesanía artística
Del mismo modo que la belleza de un guion se construye dentro de un mosaico de ventanas que ofrecen diferentes iluminaciones y perspectivas posibles, la realización de la Palma de Oro se lleva a cabo a través de un suntuoso ballet de gestos múltiples y pacientes, que se desarrollan al hilo de una sucesión incompresible de etapas y de movimientos virtuosos.
Nada menos que 70 horas de trabajo son necesarias para crear la Palma de Oro en los talleres de la Casa. Se confía a un único joyero que, como un director de orquesta, vela por la coherencia a lo largo de todo el proceso en el que participan seis artesanos: 118 gramos de oro ético certificado Fairmined, sello que garantiza que se ha extraído respetando las normas más estrictas de ética social y medioambiental. 118 gramos de oro que se convertirán, en las manos expertas de los artesanos de Chopard, en el Grial más codiciado de la industria cinematográfica. Se trata de un proceso de sublimación en estado puro, idéntico en todo a la magia del cine, que consigue como ningún otro transformar la realidad en un acto poético. Desde la crucial preparación del molde mediante la técnica de la «fundición a la cera perdida», pasando por el metal fundido en un horno a 900 grados – en el corazón mismo de la fundición de la Manufacture -, hasta las distintas etapas de recorte, limpieza, pulido y montaje, un rosario de técnicas y gestos de una destreza sin igual que se suceden para dar vida a la Palma de Oro. El resultado es una simbiosis que alinea a la perfección forma y fondo: un objeto artístico que constituye en sí mismo la más preciada de las distinciones existentes, y la magia siempre renovada del cine al que corona. La emoción intacta de este interminable paso a dos puede resumirse en tres palabras: Chopard loves cinema.