FABIENNE LUPO

Presidenta de la Fundación de Alta Relojeía

FABIENNE LUPO“Hay que establecer una clara frontera entre la Alta Relojería y los smart watches”

Cronos: Sra. Lupo, ¿Qué considera que define mejor a la alta relojería, excelencia, nuevos desarrollos, acabados, materiales, exclusividad?

Fabienne Lupo: creo que Alta Relojería es una combinación de todo ello, el encuentro entre innovación, creatividad, nuevos diseños, trabajo artesanal… Todo es importante, y el SIHH es una plataforma en la que es posible encontrar todos esos valores perfectamente representados en los relojes mostrados.

C.: ¿Qué opinión le merecen las nuevas soluciones técnicas que parecen pretender ir más allá de los límites de la relojería tradicional, como por ejemplo prescindir de la espiral como elemento clave del órgano regulador del reloj?

F.L.: usted está hablando de una nueva generación de relojes, que desde luego deben ser considerados como tradicionales, pues cuentan con una herencia considerable, con un patrimonio; son piezas mecánicas, complicadas, pero que al mismo tiempo introducen innovaciones respecto a materiales y desarrollos técnicos. Las posibilidades en este campo son enormes, pero es necesario establecer una frontera clara entre este tipo de relojes innovadores y los smart watches. La Alta Relojería cuenta con la tradición y la historia, algo que se transmite al modo de leer la el tiempo.

C.: ¿Podría hacernos una valoración de la situación económica en la que se encuentra la relojería suiza?

F.L.: creo que nos encontramos en una tendencia al alza, aunque las cifras aún no están disponibles. Planeamos cerrar el año 2013 con un crecimiento de un 2% o un 3%. De hecho, nos encontramos en un periodo de consolidación, una consolidación que se aprecia en Europa, Norteamérica y Sudamérica, especialmente en las gamas más altas.

C.: En el panorama internacional actual, ¿Cuál cree que es el objetivo fundamental de la Fundación?

F.L.: la Fundación es la organizadora del SIHH, pero es mucho más que eso. Su función fundamental es la de extender la cultura de toda una serie de relojes excepcionales. La Fundación se ocupa, ante todo, de informar, educar, explicar, porque existe un público que desea saber, entender qué hay detrás de estos relojes, cuál es su filosofía, por qué alcanzan esos precios tan elevados. Destacamos los acabados de cada esfera, la calidad de cada pieza, la dificultad del trabajo artesanal. Nuestra labor va dirigida tanto a un sector profesional como a un público más general.

C.: En un mundo de nuevas tecnologías, ¿Cómo puede el sector de la alta relojería conectar con las nuevas generaciones?

F. L.: Este es un gran desafío. Probablemente esta sea la pregunta más difícil, porque yo no puedo conocer el futuro. No puedo saber qué tipo de relación establecerán las nuevas generaciones con los relojes tradicionales. Está claro que los jóvenes están más conectados con las nuevas tecnologías, con los smart watches. Se trata de dispositivos que no solo les dan la hora, sino que además pueden proporcionarles todo tipo de datos adicionales. Por lo general, estos objetos no tienen nada que ver con los relojes tradicionales.

Sin embargo, yo creo que los relojes tradicionales permanecerán y sobrevivirán como objetos de gran belleza, que pueden ser considerados como auténticas obras de arte. Esta claro que hoy en día no se necesita un reloj para saber la hora. Lo que aporta un reloj de alta gama es el placer de disfrutar de una joya, de algo excepcional.  

C.: ¿Qué destacaría de la presente edición del SIHH de Ginebra?

F.L.: Creo que cada año la creatividad de las piezas presentadas continúa sorprendiéndonos. Por nuestra parte, tenemos claro que este es un salón profesional al que la gente acude para cerrar negocios, y en eso es algo en lo que trabajamos año tras año, mejorando nuestros servicios, nuestras instalaciones. Aunque, como ya he señalado, lo más importante de cada edición son las novedades presentadas por cada marca.

C.: ¿Cómo ha evolucionado la Fundación desde que usted se hizo cargo de la Fundación?

F.L.: La fundación se creó en el año 2005, y yo fui designada en el 2010. El objetivo fundacional fue el de fomentar la unidad de la alta relojería, mostrando lo que cada marca estaba haciendo, y eso aún constituye un desafío para nosotros. Sumamos 27 marcas miembros, más otras independientes, aunque aún son evidentes grandes ausencias, y nuestro objetivo es el de poder contar con todos esos grandes jugadores, porque todos promovemos los mismos valores y nos referimos al mismo patrimonio, a la misma herencia. Juntos somos más fuertes y es más fácil defender nuestro territorio y explicar nuestra realidad, convencer a las nuevas generaciones.

C. ¿Cómo cree que está afectando a la industria la creciente proliferación de boutiques de marca?

F.L.: Yo creo que depende de cada mercado, y también de cada marca. De cualquier modo, el minorista puede ser complementario de este sistema. Ni las marcas ni los minoristas podemos sobrevivir por separado. Yo creo que lo mejor es encontrar un equilibrio entre ambos sistemas, cohabitar.

 

May.28, 2014